OTRA ESCUELA PARA EL FUTURO
En la primera charla del curso de formación “Políticas para el desarrollo argentino”, Alieto Guadagni analizó el estado de la educación argentina, partiendo que la educación es la principal variable explicativa del nivel socioeconómico de una persona. En cuanto al diagnóstico, nuestro sistema educativo enfrenta grandes problemas:
– Una deficiente y declinante calidad educativa, que coexiste con grandes diferencias vinculadas al nivel socioeconómico de los alumnos y al nivel de ingresos per cápita en las provincias. Este retroceso se plasma en las comparaciones relativas con los demás países de América Latina;
– Incumplimiento permanente del calendario escolar, perjudicando principalmente a las familias pobres que tienen como única alternativa a la escuela pública;
– Son muy pocos los alumnos que asisten a escuelas con jornada extendida
– La asignación de fondos para la educación está muy determinada por factores de oferta (por ejemplo, número nominal de docentes), y no de demanda (número efectivo de alumnos, particularmente de alumnos pobres);
– El nivel secundario no tiene la calidad requerida para que sus egresados ingresen bien preparados a las actividades laborales o continúen exitosamente estudios universitarios;
– Es alta la proporción (más de la mitad) de los adolescentes que no completan el ciclo secundario;
– Estamos en presencia de un sistema escolar con dos niveles distintos y separados. A fines del siglo XIX Argentina pudo establecer las bases de un sistema educativo no solo integrador desde el punto de vista social sino también igualitario, basado en la calidad de la enseñanza, particularmente de la estatal. Pero en las últimas décadas esta asociación virtuosa se ha deteriorado, ya que existen cada vez más evidencias que el sistema educacional, no solo el secundario sino también el primario y el inicial, avanza hacia la consolidación de un modelo organizativo de carácter dual, donde la escuela pública sufre un masivo éxodo, como nunca antes había sucedido en la historia. Hay una creciente desigualdad en la calidad educativa entre las provincias y entre el área estatal y privada;
– Los graduados universitarios son pocos y no tienen el perfil profesional que corresponde a las demandas educativas de un país en crecimiento, con una matrícula universitaria orientada al siglo pasado. “El siglo XIX fue el siglo de la educación primaria, el siglo XX de la secundaria, y el siglo XXI es la hora de la Universidad. Nosotros nos quedamos en el siglo XIX, donde fuimos pioneros en la universalización de la educación primaria”.
En este sentido, Guadagni puntualizó que no se trata simplemente de un problema de recursos, ya que en los últimos años la Argentina tuvo un significativo progreso en ese sentido, sino que sobre todo, se trata de la inversión y destino de esos recursos.
Por último, Guadagni finalizó su exposición con una serie de propuestas de política educacional, entre las cuales se destacan:
– Incentivos para mejorar la formación y capacitación permanente de los maestros.
– Mayor autonomía de gestión por parte de las escuelas.
– Ciclos anuales de 190 días de clase y la ampliación de la jornada extendida en la enseñanza preescolar, primaria y secundaria.
– Examen general y obligatorio para los egresados universitarios. Vinculación con un sistema de becas y financiamiento.
– Informar todos los años a la población en general y a los estudiantes secundarios en particular, la situación del mercado laboral de los graduados universitarios.
Para ver la exposición completa, haga clic aquí: Otra Escuela para el Futuro por Alieto Guadagni
Alieto Guadagni es Economista graduado en la Universidad Nacional de Buenos Aires, con estudios de postgrado en la Universidad de Chile (Escolatina) y Doctorado en la Universidad de California (Berkeley). Fellow en las Universidades de Chicago, Yale y el Massachusetts Instituto of Technology (MIT). Fue Profesor en las Universidades de Buenos Aires, Católica Argentina y de Bologna. Tiene una larga trayectoria en el sector público nacional: fue Secretario de Recursos Hídricos, Secretario de Energía en dos oportunidades, Secretario de Relaciones Económicas Internacionales y Secretario de Industria, Comercio y Minería. Fue también Ministro de Economía y Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, donde también ejerció el cargo de Secretario General de la Gobernación. En la década del 90, fue Embajador Argentino ante la República Federativa del Brasil y Representante Argentino ante el Directorio del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional. En la actualidad, es consejero del Instituto Di Tella y profesor de cursos de postgrado de la Universidad Di Tella y la Universidad Católica Argentina. Es miembro de la Academia Nacional de Educación.